Estamos ante una
nueva economía digital
que ha cambiado la forma en la que se hacen los negocios actualmente. Esta transformación está impulsada por
un cambio en los consumidores, en su comportamiento social, sus expectativas de inmediatez y la forma en la que compran e
interactúan las empresas. A ello hay que sumar la presión de los competidores: empresas nativas digitales que están dando respuesta a las demandas de los clientes más rápido y a menor coste.